Por qué el divorcio es tan difícil para los niños
El divorcio es difícil para los niños de todas las edades. Sin embargo, la manera en que un un niño responde al divorcio de sus padres puede basarse en gran medida en la edad y el desarrollo de los niños. En muchos divorcios con niños involucrados, la disputa más grande y más litigada es el acuerdo de custodia de los niños. Muchos padres atravesando por un caso de divorcios están más preocupados por el horario residencial de sus hijos que por la división de bienes. Dicho esto, esta mentalidad puede volverse tóxica cuando ambos padres compiten para compartir más tiempo con sus hijos, a veces poniendo a los niños directamente en el medio del debate.
Muchos divorcios son intrínsecamente adversarios como una consecuencia desafortunada de cómo funciona el proceso del litigio. Los padres son esencialmente marcados entre si desde un principio, y esto puede ser muy difícil para los niños que ya están luchando con la idea del divorcio en sí. Esto es especialmente cierto cuando el mayor conflicto en el divorcio es el arreglo final del tiempo de crianza; los niños pasan por lo suficiente durante el divorcio de sus padres sin tener que sentir que son el centro del debate.
Los niños incluyendo los bebes pueden sentir los afectos de un divorcio, y esto puede provocar irritabilidad y aferramiento temprano en la vida de un niño. A medida que los niños crecen y comienzan a formar una comprensión más concreta del mundo que los rodea, el divorcio puede causar disturbios extremos, ya que la vida del niño cambia por completo a un nuevo horario entre dos hogares.
Los niños más pequeños tienden a ser más egocéntricos porque suponen que el mundo percibe todo exactamente como ellos lo hacen. Esto hace que el divorcio sea difícil para los niños de entre 2 y 7 años porque el divorcio puede sentirse como el resultado de algo que han hecho personalmente. Mientras carecen de fundamento, estos sentimientos de culpa que un niño puede atribuirse a sí mismo generarían problemas de regresión, sueño, abandono y preocupaciones sobre la incertidumbre.
A medida que los niños crecen, pueden comenzar a sentir que es su responsabilidad arreglar las cosas entre sus padres. A este punto, los niños tienen dificultades aceptando la permanencia de un divorcio, y es común que los niños crean que ellos mismos pueden arreglar la situación. Para los niños en esta etapa, entender que el divorcio es definitivo puede ser extremadamente difícil de entender, y esta puede ser la parte más difícil de todo el proceso del divorcio para ellos.
Para cuando los niños llegan a la adolescencia, han desarrollado una comprensión considerablemente mayor de cómo funciona realmente el mundo. Algunos adolescentes tienden a ser rápidos a la agresión y la ira, y esto puede llevar a que un niño se vuelva rebelde o prácticamente inmune a la disciplina. A este punto, los padres a menudo pueden sentir que su hijo/a es un adversario. Los niños de esta edad a veces pueden elegir lados entre sus padres basándose en la mala conducta percibida durante el matrimonio o posiblemente debido a que uno de los padres tiene más influencia sobre el niño. Es importante que los padres con hijos a esta edad tengan cuidado al tratar de influir en los niños para que elijan su lado. Aunque ganar el voto de un adolescente puede parecer una victoria importante en el divorcio, incitar este comportamiento puede ser muy dañino para el desarrollo de un adolescente porque los niños necesitan la participación de ambos padres para mantener un crecimiento saludable.
Aunque cada grupo de edad es diferente, los padres de niños de todas las edades pueden minimizar los efectos que un divorcio puede tener en los niños al establecer una línea abierta de comunicación. Ser sincero sobre ciertos aspectos del divorcio desde un principio puede ayudar inmensamente más adelante para los niños más pequeños. Para los niños mayores, establecer reglas claras y exigir más responsabilidades a medida que el niño se vuelve más autónomo puede ser la clave para dominar una rebelión total.
Lo más importante es que los padres deben ser conscientes de las necesidades específicas de sus hijos. Si bien los procedimientos de custodia pueden convertirse rápidamente en disputas, es importante que los padres tracen una línea clara entre lo que sucede en el tribunal y lo que sucede en el hogar. Frecuentemente, la mejor ruta que un padre puede tomar, independientemente del resultado del acuerdo de custodia, es animar a los niños a disfrutar los tiempos que pasan con el otro padre. Puede ser muy difícil para que un padre o madre dejen a un lado sus diferencias después de todo lo que se dijo y se hizo durante el divorcio, pero para la mayoría de los niños, esto es exactamente lo que se necesita hacer. Después de todo, el niño no tenía absolutamente nada que ver con el divorcio; ¿Por qué debería el niño tomar los lados?
Biografía del autor: Trevor McDonald es un escritor de contenido independiente que tiene una pasión por la escritura y actualmente está escribiendo para la firma de abogados de David J Crouse & Associates, PLLC. Escribió una variedad de artículos sobre educación, viajes, salud y estilo de vida para muchas compañías diferentes. En su tiempo libre, puede encontrarlo corriendo con su perro, tocando la guitarra o afuera disfrutando de cualquier tipo de actividad física imaginable.
NOTE: Many state and federal laws use terms like ‘custody’ when referring to arrangements regarding parenting time and decision-making for a child. While this has been the case for many years, these are not the only terms currently used to refer to these topics.
Today, many family law practitioners and even laws within certain states use terms such as ‘parenting arrangements’ or ‘parenting responsibility,’ among others, when referring to matters surrounding legal and physical child custody. You will find these terms as well as custody used on the OurFamilyWizard website.