5 Rasgos de una co-crianza saludable

Father carries laughing daughter over his shoulder while playing outside

Mientras se acercan los cambios de temporada y nuestras metas se cumplen o bien terminan, ahora es el momento perfecto para re-enfocar nuestros esfuerzos en la salud de nuestra co-crianza. Entonces, ¿cómo puede saber cuándo su comunicación de co-crianza esta sus mejores momentos? La mayoría de los padres ya son muy conscientes del estado de su comunicación, pero pueden tener dificultades identificando las características saludables contra las no saludables. Si no puede identificar qué aspectos de su comunicación necesitan mejorar, los esfuerzos de progresar se verán desenfocados e improductivos.

Al final, lo que se clasifique como una relación de co-crianza saludable se decidirá por circunstancias individuales. Sin embargo, aquí hay 5 características comunes de una co-crianza saludable para que piense sobre el estado de su propia crianza de hijos compartida.

Los errores no desvían los esfuerzos de la co-crianza.

Los errores, falta de comunicación y los desacuerdos son una realidad en la co-crianza de los hijos. Si los sistemas correctos no están en su lugar, los percances pueden desviar por completo los esfuerzos positivos de comunicación en la co-crianza. Una vez desviados, puede ser más fácil enfocarse en el error en lugar de buscar una solución. Los errores honestos nunca deben tomarse como una oportunidad para "Señalarse" entre los padres. Si lo hace, la co-crianza de hijos se convierte en una competencia centrada en la revancha en lugar de un esfuerzo de colaboración centrado en la crianza de hijos felices y saludables. Acercarse a la co-crianza de esta manera no solo perjudica la comunicación, sino que también puede ser perjudicial para su propia felicidad y bienestar.

Para mantenerse en el buen camino a pesar de los inevitables baches en el camino, asegúrese de tener un plan integral de crianza establecido y de tener acceso inmediato para consultarlo cuando sea necesario.

Las responsabilidades de los adultos se quedan entre los padres.

Una comunicación saludable significa que los niños nunca serán responsables de facilitar el diálogo entre los padres. Tener un sistema organizado de comunicación, para que no se tengan que transmitir detalles a través de sus hijos, es uno de los primeros pasos hacia la conquista de la co-crianza saludable.

Además, los niños nunca deben escuchar los desacuerdos de su crianza entre usted y su compañero/a de crianza. Si sus hijos están con usted, es una buena regla general suponer que siempre pueden escucharle. Usted y su compañero/a de crianza son figuras centrales en sus vidas, por lo que tiene sentido que quieran saber de lo que están hablando. Ya sea que estén de pie frente a usted o estén en la otra habitación con los auriculares puestos, nunca asuma que no están escuchando. 

La comunicación con los niños en el centro.

Los sentimientos se pueden herir fácilmente durante el proceso del divorcio o separación. Cuando los sentimientos son lastimados, es tentador dirigir nuestra atención hacia adentro, enfocándonos en calmar nuestro propio dolor. Sin embargo, la co-crianza saludable, requiere que los padres cambien ese enfoque hacia afuera y hacia sus hijos, manteniendo su felicidad y salud en el centro de sus esfuerzos. La co-crianza sin duda puede convertirse en un asunto frustrante. Mantenga sus motivaciones centradas en las necesidades de sus hijos, y se simplificarán las buenas decisiones de la co-crianza.

El respeto no es negociable

Si bien algunos rasgos saludables de la co-crianza diferirán de familia a familia, este permanecerá constante y no es negociable. El respeto es un rasgo de cada dinámica familiar saludable, y la crianza después de un divorcio o separación no es diferente.

El respeto entre compañeros de crianza acapara una gran cantidad de interacciones y responsabilidades. Significará ser breve transmitiendo detalles importantes y respetando el tiempo de su compañero/a de crianza, lo que incluye mantener los cambios de último minuto a un mínimo. El respeto también requiere mantener el contenido de sus mensajes y conversaciones cortés y sobre el tema. Y aún cuando no se hablan directamente, los padres también deben mantener su lenguaje sobre entre si respetuoso frente a sus hijos, lo que significa nada de hablar mal del otro en lo absoluto.

El respeto en una relación de co-crianza no solo beneficia la salud mental y emocional de los padres, sino que también crea un entorno seguro y estable en el que los niños pueden realmente prosperar.

Tener en mente que sigue siendo una familia.

Este último rasgo de la co-crianza saludable no es independiente, pero es una característica y función que lleva cualquier otro rasgo. Mantener este lema en mente firmemente puede proporcionar una gran motivación para mantener el rumbo con los esfuerzos de la co-crianza. Pensar que sigue siendo una familia enfatiza el papel de su compañero/a de crianza como el padre o madre de su hijo, y no como su ex cónyuge u otro ser querido, una distinción importante que ayuda a formar una base firme para su comunicación.

La co-crianza saludable no requiere perfección. Ser compañeros de crianza es una cita de por vida y los desacuerdos y los errores inevitablemente van a ocurrir a través de los años. Sin embargo, dar atención a la comunicación saludable de la co-crianza puede asegurar tener una base sólida que pueda soportar cualquier altibajo.