7 Maneras para ayudar a sus hijos a vivir felizmente en dos casas

Mother, son, and daughter cuddle on the couch in their pajamas.

Vivir en dos hogares puede ser difícil para los niños. Enfrentar el hecho del que sus padres se han separado o divorciado puede ser muy difícil de lidiar. Moverse entre dos casas puede crear ansiedad incluso para los niños más relajados. Sin embargo, con las estrategias correctas y un sistema de apoyo preparado, sus hijos pueden lidiar con esta transición mientras permanecen viviendo felices en ambos hogares. Aquí hay siete maneras para ayudar a sus hijos a vivir felizmente en dos casas.

  • Vivir felizmente en dos casas significa sentirse cómodos en ambos hogares. Piense en cada uno de sus hijos, en lo que necesitan y desean para sentirse cómodos. Tenga las cosas básicas y necesarias disponibles en su hogar, pero también piense en pequeños obsequios o artículos especiales que pueda conseguir para hacerlos sentir aún más en casa.  
  • Dé a sus hijos un propio espacio en cada hogar. Dependiendo del tamaño de la casa y el número de los niños, podría ser una habitación entera para cada niño, algunos cajones especiales en habitaciones compartidas, o un espacio en el salón para los juguetes y manualidades.  Anime a sus hijos a decorar y usar sus espacios de cualquier manera que los haga sentir felices. 
  • Mantenga algunos artículos en cada casa para que sus hijos no tengan que empacar mucho ni en lo absoluto. Esto puede incluir ropa, zapatos, juguetes, artículos de tocador, libros, materiales de manualidades y más. Aún así, sus hijos pueden tener algunos artículos especiales que les gusta tener donde quiera que estén. Deje que empaquen esos artículos para traer de casa a casa. 
  • Mantenga una rutina en cada hogar. Los niños prosperan en la estabilidad, así que tener una rutina predecible de comidas, tareas, juegos y horas de acostarse podrían ayudarles a aliviar algo de su ansiedad por moverse entre sus dos hogares. La rutina no tiene que ser la misma en cada hogar, con tan sólo tener una rutina en cada hogar ayudaría a crear una sensación de normalidad y previsibilidad en cada casa. 
  • Cuando su hijos hablen de su otra casa, haga lo posible para responder positivamente. Deje que sus hijos le digan de algo divertido que hicieron con su otro padre sin hacerles sentir culpables por haberles dicho. Respete el tiempo compartido del otro padre con sus hijos y las reglas que hayan establecido en su hogar siempre y cuando sus hijos estén a sanos y salvos en su cuidado. 
  • Mantenga los tiempos de transición lo más sencillo y fluido posible con el fin de que ayude a ser más fácil para sus hijos. Encuentre una manera de mantenerse en contacto con sus hijos cuando estén en su otra casa mientras que siga respetando el tiempo del otro padre con sus hijos. Esto podría incluir programar una llamada telefónica en video chat, o hasta sólo reportarse de vez en cuando. Incluso puede ser útil mantener un calendario codificado con colores en cada uno de sus hogares, así sus hijos pueden ver exactamente cuando estarán en cada una de sus casas. 
  • No le pida a sus hijos que espíen a su otro padre o que envíen mensajes por usted entre sus dos casas. Esto puede causar estrés adicional que sus hijos no necesitan.   En cambio, encuentre una manera efectiva directa donde usted y el otro padre puedan comunicarse entre sí. Comparta información importante y discuta los asuntos de crianza de tal manera que no les lleve a un conflicto. Si descubre que los métodos que ha utilizado para comunicarse no funcionan, como mensajes de correo electrónico o mensajes de texto, considere remplazar esos métodos con algo más. Las herramientas que mantienen su comunicación clara y concisa pueden ayudarle a lograr esto. 

Ayudar a sus hijos a vivir felices en dos hogares tomará esfuerzo de parte de usted y del otro padre, pero vale la pena el fuerzo. Si bien, estos consejos le ayudarán a mantener a los niños felices en dos hogares, sin duda hay cosas más que pueden ayudar. Como una regla general, mantenga a sus hijos en la vanguardia de su mente al tomar cualquier decisión relacionadas a su familia, siempre trabajando para atender sus mejores intereses.