¿Está siendo su crianza compartida afectada por el pensamiento de todo o nada?

Don't let all or nothing thinking define your co-parenting relationship.

La forma en que abordamos la comunicación afecta en gran medida el resultado de nuestros esfuerzos, especialmente con las interacciones más estresantes. La mentalidad abierta, la empatía y la cooperación son esenciales para mantener la comunicación de la crianza compartida positiva, pero muchos padres se encuentran aparentemente atrapados en las vías de la negatividad, incapaces de identificar los comportamientos específicos que les impiden avanzar.

El pensamiento de todo o nada es una de esas conductas que puede descarrilar la comunicación de la crianza compartida. En pocas palabras, el pensamiento de todo o nada sucede cuando nos vemos a nosotros mismos, a los demás, o a situaciones como todas positivas o totalmente negativas, sin espacio para matices. Tal pensamiento evita la estabilidad en las relaciones, ya que cualquier bache en el camino puede hacer que los sentimientos sobre nosotros mismos y los demás fluctúen violentamente. La comunicación en la crianza compartida es más efectiva cuando se puede mantener la estabilidad, haciendo que el pensamiento de todo o nada sea un obstáculo cuando se trata de criar pacíficamente después de un divorcio.

¿Cómo se manifiesta el pensamiento de todo o nada en la crianza compartida?

Cuando está bajo estrés, es fácil caer en el pensamiento de todo o nada. La crianza compartida después de un divorcio o separación puede ser un proceso particularmente estresante, por lo que pensar en todo o en nada puede ser una verdadera preocupación para muchos padres de familia. ¿Pero cómo puede reconocer cuando el pensamiento de todo o nada está en juego?

Considere este ejemplo: después de una larga historia de dificultades con los tiempos de intercambio, los padres Pat y Alex deciden probar un nuevo sistema. Pasan dos semanas sin contratiempos, solo para que su sistema no pueda contrarrestar los viejos hábitos durante la tercera semana. Pat piensa: "Nunca conseguiremos hacer nuestros intercambios correctamente". "Siempre son un desastre".

Pat está cayendo en un patrón del pensamiento de todo o nada. Aunque su nuevo sistema fue un éxito durante dos semanas, Pat considera su fracaso durante la tercera semana como un indicativo de la totalidad de sus esfuerzos. En lugar de ver la tercera semana como un retroceso temporal, no más o menos poderoso que sus éxitos anteriores, Pat solo puede ver su sistema de tiempo de intercambio en los extremos. Debido a que sus esfuerzos no fueron 100% perfectos, Pat etiqueta sus intercambios como "siempre un desastre".

¿Por qué el pensamiento de todo o nada hace que sea más difícil la crianza compartida?

La crianza compartida es una cita de por vida y la comunicación entre los padres debe soportar muchas pruebas y tribulaciones. Usando el ejemplo anterior, cuando Pat ve los intercambios de tiempos como algo siempre desastroso, no deja suficiente espacio mental para que consideren cómo seguir adelante. Pat está atrapada en una serie de pensamientos que les impide ver su situación desde diferentes puntos, lo que hace difícil comprometerse con los cambios recientes o encontrar nuevas soluciones.

Centrarse en la positividad en la crianza compartida es una práctica a largo plazo y requiere que los padres superen las dudas y contratiempos. El pensamiento de todo o nada puede llevar a que los padres se sientan desesperados por poder mejorar su comunicación. Si se convence de que sus esfuerzos de criar a sus hijos juntos fracasarán, será difícil obtener la motivación necesaria para seguir adelante.

Cómo combatir el pensamiento de todo o nada.

Ahora que es capaz de reconocer el pensamiento de todo o nada, será más fácil combatirlo cuando suceda. Luchar para no caer en las trampas de todo-o-nada puede ser tan simple como pensar en el proceso del pensamiento desde un principio. Esté atento/a a ciertas palabras que invaden su diálogo interno. Las declaraciones que contienen 'siempre', 'nunca', 'imposible' y otros términos en blanco y negro son una fuerte indicación de que se está yendo hacia el pensamiento de todo o nada.

Busque los 'tonos grises' cuando el pensamiento de todo o nada ocurra. Para Pat y Alex, en lugar de declarar los tiempos de intercambio como un desastre, Pat podría interrumpir ese proceso de pensamiento al considerar su historial de intercambios como un todo. Una semana de intercambios frustrantes no borra el progreso que lograron en las semanas anteriores. Y al preguntarse por qué esta semana no funcionó, incluso podrían identificar formas de mejorar aún más su nuevo sistema.

El pensamiento de todo o nada puede ser difícil combatirlo a solas, sin embargo. Si está atascado/a pensando en una situación etiquetada en blanco y negro, considere buscar la ayuda de familiares o amigos de confianza. Las perspectivas externas a menudo pueden dar lugar para mejorar sus interpretaciones de las situaciones. Si el pensamiento de todo o nada se vuelve demasiado arraigado y comienza a afectar profundamente la calidad de vida, consultar a un profesional de la salud mental también puede ser un buen siguiente paso.

La comunicación de la crianza compartida es un proyecto de larga duración, y cualquier relación de la crianza compartida durará tanto en los buenos como en los malos momentos. Ser capaz de lidiar con el conflicto y la falta de comunicación es vital para construir una relación de coparentalidad que continuará creciendo a través de los años, y el pensamiento de todo o nada será un obstáculo que muchos padres de familia encontrarán en algún momento. Recuerde buscar los 'tonos de grises' y trabaje enérgicamente para mantener el pensamiento de todo o nada bajo control. Mas si alguna vez tropieza en el pensamiento de todo o nada, asegúrese de perdonarse a sí mismo y permita que su comunicación continúe avanzando.